13 de noviembre de 2012

Manuel Gutiérrez Aragón - Gloria mía



Manuel Gutiérrez Aragón es un director y escritor español, nacido un mes de enero de 1942 en Torrelavega…  es de todos conocido que quería ser periodista pero al llegar a Madrid no encontró cupo, optó por inscribirse en la Escuela Oficial de Cinematografía de la misma ciudad…

Y esa diversidad con los años lo hace engrosar la lista de directores de cine que también son literatos como Satyajit Ray, Hanif Kureishi, David Trueba, Jean Claude Carriere y el mismo Guillermo del Toro, que no sólo obtienen éxito detrás de las cámaras, sino que además generan obras literarias que suelen ratificar en la mayoría de los casos su creatividad e inspiración…

Hasta le fecha Manuel Gutiérrez Aragón era principalmente reconocido por haber dirigido excelentes filmes como “Camada negra”, “La mitad del cielo”, “Cosas que dejé en La Habana” y quizá el más conocido: “El Caballero don Quijote”, es además miembro numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, pero tambiéh ha incursionado en la literatura con igual éxito publicando dos novelas: “La vida antes de marzo”, ganadora del prestigiado concurso de literatura “Premio Herralde de Novela” en 2009 y la más reciente “Gloria Mía” que es de la que ahora nos ocuparemos...


El propio Manuel Gutiérrez Aragón define “Gloria mía”’ como: “una novela de aventuras moderna. Cuenta la historia de un joven alicantino envuelto en las llamadas guerras de liberación latinoamericanas. Después de algunos años de lucha, convencido que la revolución no va a suceder muy pronto, nuestro protagonista inaugura una nueva vida como agresivo capitán de empresa”

Y efectivamente, la novela es una obra de “aventuras” de hombres vivida por un personaje llamado José Centella, pero cuyo motor de cambio en las diferentes etapas de su vida que él mismo narra a modo de autobiografía, son y serán siempre las mujeres… y aquí la maestría narrativa de Manuel Gutiérrez Aragón hace transitar al personaje entre situaciones que van de lo drámático y lo violento hasta lo poético e incluso lo cómico, provocando en el lector momentos de reflexión o llevándolo hacia la carcajada por su pícaro cinismo …

No se puede dejar de lado el matiz filosófico que adquieren algunos parlamentos, como aquella reflexión en el que el propio José Centella le confiesa a su amigo al referirse a uno de sus tantos trances amorosos: “Cada uno tenía una llave y entrábamos al departamento por separado. Amores clandestinos, MB, adulterio que dicen los burgueses. Hacer sexo no es diferente de beberse un vaso de agua, pero nadie bebería un vaso de agua sucia, puntualizaba Lenin”…

Sin embargo, el personaje principal “José Centella”, pese a que sus aventuras, terminan convirtiéndolo en un personaje entrañable por el cual el lector no puede evitar cierta simpatía, es al final de cuentas el claro ejemplo de qué tan fácil el propio sistema capitalista termina por degradar la moral revolucionara de un idealista, para dar paso a un ser mosntruosamente existencial, ruin y enviciado que no es sino el reflejo de la misma figura o prototipo que en algún momento de su vida él (y la propia revolución) pretendían destruir…

Y ese es el “sino” de “José Centella” a lo largo de la novela: de guerrillero a pistolero, de pistolero a empresario… y de empresario a basura humana…


“Gloria mía” nos presenta a un Manuel Gutiérrez Aragón profundamente documentado no sólo al describir detalladamente las condiciones en las que se puede vivir en la selva, sino que además da claras muestras de haber profundizado objetivamente en la ideología de aquellos habitantes de los países del tercer mundo que aún creen en la existencia de una vida mejor a través de la lucha armada… por ello resulta por demás reveladora la confesión que hace el autor cuando habla de la manera sincera cuáles fueron sus fuentes:

“He hecho tres o cuatro viajes a Colombia, me he entrevistado con antiguos guerrilleros (curiosamente algunos de ellos son bastante literatos, sobre todo poetas) que me han contado sus aventuras. En algún momento tuve muchísima documentación que me llegó a pesar un poco. Al final solo habré utilizado un 5% de toda la información reunida. En realidad mi mayor esfuerzo ha sido para borrar las junturas –unión- entre el testimonio y la ficción y que formen un todo orgánico”…

Pero no por ello “Gloria mía” se convierte en una mera memoria documental (sic) revolucionaria, es gracias a esa ficción que Manuel Gutiérrez Aragón le da vida a tanto testimonio para convertir cualquier pensamiento retórico en algo digerible… así, las páginas transcurren y la selva se convierte sólo en un eco, en “algo” que fue (sólo) parte de la vida de “José Centella”, pero que al parecer le marcó en definitiva… y no por el discurso revolucionario en el que en su momento creía, sino por la sombra a la que su traicionera memoria siempre le remite: la bella Stella vigente en la presencia de la indefinible (pero finalmente perniciosa) Gloria…

La novela "Gloria mía", publicada por Editorial Anagrama este año, no se ha escapado a calificativos de ser "una historia amena" o de estar plagada de "efectismos populistas", como acusó Santos Sanz Villanueva en el suplemento "El Cultural", a lo cual podríamos aplicarle el beneficio de la duda en el momento en que el gran novelista Juan Marsé la define como "una novela vigorosa y sorprendente, llena de humor satírico. La peripecia vital de un guerrillero en la selva colombiana que defiende un ideal revolucionario y acaba en España abrazando las vergüenzas y corruptelas del capitalismo"… mientras que el periodista y escritor Manuel Vicent opina que es "literatura de un gran narrador: primero fueron imágenes, ahora son palabras"

Pero “Gloria Mía” de Manuel Gutiérrez Aragón es una refrescante obra y un oásis altamente recomendable en el actual panorama literario, cuya producción ha sido saturada hasta la hipotermia por teorías vampíricas o el inevitable, exagerado y navidesco fin del mundo este 2012…

Manuel Gutiérrez Aragón, Gloria mía, 336 páginas, Editorial Anagrama, 2012.

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